BUSCADOR

AUTORES

A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

ÚLTIMAS NOTICIAS

TOP LIBROS

Stig Dagerman

Cuando Dagerman escribió La serpiente, quizás ya sabía que no iba a extraerse de sus palabras otra cosa que el disfrute de su precisa y potente prosa, que no sabría nadie seguir con los ojos el recorrido de la serpiente del miedo humano, con los oídos el silbar de su aterrorizada pérdida.

Pero escribió ese libro, en donde cada ser que desfilaba por él dejaba un rastro de decepción y esperanza, términos estos tan sinónimos siempre… Dejó hablar en la segunda parte a los soldados que vegetaban en el pabellón del ejército sueco, que contaran, para alejar el miedo, la angustia y la soledad, las anécdotas más puntiagudas de sus vidas. Homicidios “accidentales” de rabiosos oficiales, historias de horror y violencia en territorios desolados, así como alguna vivencia de la mismísima guerra civil española, desde la óptica de un viejo que cuida a sus gansos en una granja por donde pasan los milicianos con las brigadas internacionales, y que después descubren ahorcado en un árbol tras un bombardeo fascista que acaba con los gansos que sostenían su precaria andadura por esta vida enloquecida.

Es al final de La serpiente donde se suelta Stig Dagerman y revela su manera de ver la vida. Desde uno de los países más proclamadamente privilegiados del mundo, lanza su clara invectiva contra los excesos de Estado y Capital. Habla del “fleje” de hierro, una especie de casco con orejeras que el Estado simbólicamente instala en sus ciudadanos para que sientan la necesidad de su imperioso concurso. Sabe que ese fleje de hierro es la principal atadura de un ser intelectual y materialmente libre para permanecer sometido a una regla ajena. Y no sólo eso, sino que al ser el estado del bienestar una fábrica de garantías imaginarias, llega cada integrante de él a sentirse a gusto con esta desmesurada dispensación de seguridad. Esta seguridad que se paga al precio de un fleje, una coraza de hierro que va cubriendo cada vez más trozos del cuerpo, del alma, hasta no ver ya más que en la dirección que permiten otear las aberturas estipuladas en la coraza.

Stig lo sabe y se siente también prisionero de este modo de renunciar a la libertad por una quimera de oro. Teme quedar él también atrapado por esta dinámica malsana de entrega por etapas. Quiere saber que su corazón late a un ritmo desacompasado, el suyo propio, al margen de marchas o ritmos que no comparte.

Título original Ormen
Traductor Jesús Pardo
Idioma Español
Publicación 1945 (1990)
Editorial Alfaguara
Categoría Narrativa


Descargar La serpiente de Stig Dagerman